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sábado, 3 de mayo de 2014

En recuerdo de Roque Ortega, presidente de ASDEN

Ha pasado ya una semana desde el fallecimiento de Roque Ortega Navazo, presidente del grupo ecologista ASDEN/Ecologistas en Acción. Desde el grupo local de SEO/Soria nos unimos a las muchas muestras de condolencia y pesar por la muerte del compañero Roque, con quien hemos compartido muchos días de excursiones,salidas, reuniones...Nos permitimos reproducir aquí la carta obituario que hoy sábado 3 de mayo aparece en el periódico Heraldo de Soria, escrita por Juan Luis Hernández, quien durante muchos años ha sido coordinador del grupo local de SEO y quien también es miembro de la junta directiva de ASDEN.
Conquezuela, 2002. Comida campestre de miembros de ASDEN con Roque a la izquierda. Adiós amigo Se cumple una semana del fallecimiento de Roque Ortega Navazo, el presidente de ASDEN. El sábado se celebraba -que irónico- su funeral en el iglesia de El Espino. Mucha gente, muchos amigos queriendo estar en esos momentos con los familiares más directos, Tere y sus hijos Ana y Javier para quienes el vacío que queda ahora es muy grande. Así es la vida. No existe vida sin la muerte. Pero es difícil sobreponerse a ese tránsito por el que tenemos que pasar todos. Wody Allen ha tenido siempre muy claro el cariz de esta broma cruel, la última broma, que nos tiene deparada la vida: «Naces, enfermas y mueres. Da igual que no hayas hecho nada malo, enfermas y mueres igual. Y lo mismo le pasa a todos los que te rodean sin que nadie entienda nada». El mismo actor y director reconocía en otra de sus entrevistas que había sido un niño feliz hasta que descubrió que, sin poder hacer nada para evitarlo, se iba a morir. La muerte, como esencia misma de la vida. Aun así, cuando te toca de cerca como es el caso, la sorpresa y la perplejidad se unen de la mano para dejarte en un estado de incredulidad, a la par que de dolor y desesperanza. Pues hace un mes escaso Roque estaba con la misma fuerza y ganas que le caracterizaban asistiendo a las reuniones de ASDEN con entera normalidad. De este aspecto puedo hablar mucho pues soy vicepresidente de este grupo ecologista. Aunque esto de los cargos en este tipo de organizaciones no dice mucho de las personas en sí... o quizás sí, porque son organizaciones en las que nadie quiere figurar como cabeza visible, dado que, por supuesto, no se cobra dinero ni se obtiene prebenda o regalo alguno, y solo hay, por desgracia, mucha incomprensión, presiones varias y malas caras. En este aspecto Roque era una fuerza de la naturaleza. No se dejaba achantar ni amedrentar por nadie. Y eso que por su puesto de trabajo -funcionario de la Junta de Castilla y León- tuvo que sufrir comentarios y actitudes por parte de altos cargos de ese organismo a los que no les gustaba nada su trabajo dentro de ASDEN, especialmente su posición y todas las críticas que se vertieron contra el proyecto estrella -y estrellado- de la Junta de Castilla y León en Soria, la Ciudad del Medio Ambiente. Roque era presidente porque nadie más quería serlo. Pero desde luego no podía haber mejor presidente. Nadie mejor preparado que él para enfrentarse a ese galimatías jurídico y burocrático que supone el defender la naturaleza. Esa es la tremenda paradoja. De poco o nada te sirve saber de plantas, de aves, de bosques, si no tienes los fundamentos y las bases que te permiten elaborar una alegación ante un órgano administrativo o plantear un recurso ante una instancia judicial. Y en eso Roque controlaba mucho. Y echaba muchas horas, muchas horas de su tiempo libre que nos permitía hacer frente a aquellas cuestiones que más amenazaban la naturaleza soriana. Hay que indicar que, fruto de su valía en este campo, Roque era el representante de los grupos ecologistas de Castilla y León por ejemplo en el Consejo Regional de Caza. O que gracias a ese trabajo ímprobo fue posible la anulación de la licencia de obras del edificio de la Cúpula de la Energía de la Ciudad del Medio Ambiente, la anulación del plan de conservación del Lobo de Castilla y León y de varias normativas de caza, etcétera. Pero quedarse con esta faceta “jurista” de Roque sería injusto, a la vez que contrario a su personalidad. No tengo ningún reparo en tomar prestado la definición que Machado hacía de si mismo para definirlo: “más que un hombre al uso que sabe su doctrina, soy, en el buen sentido de la palabra, bueno”. Pues aun con un carácter franco y recio -su origen pinariego se dejaba notar- siempre estaba ahí para brindar su apoyo, hacer un favor o coger el teléfono a todo aquél que lo llamaba. Aun recuerdo cuando me dejó su telescopio para que yo pudiera hacer los primeros censos de aves acuáticas que realicé en Soria. Fueron muchas horas de campo y naturaleza, muchas jornadas disfrutando de nuestro entorno, muchas campañas y actuaciones realizadas juntos. Todo eso no ha caído en saco roto. Por mucho que físicamente Roque ya no esté con nosotros. Por mucho que nos duela su ausencia. Por lo mucho que te vamos a echar de menos amigo. No podemos dejar de seguir creyendo en lo que tu creías y proclamabas a todo aquel que quería oírte. Tenemos la obligación de dejar a nuestros hijos un mundo mejor, más justo y más habitable. Hasta siempre Roque, amigo. Leer más...