Bienvenido al blog de SEO/Soria, en el que se expondrán noticias relacionadas con las aves en nuestra provincia, nuestras actividades y otras informaciones de interés.
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viernes, 7 de octubre de 2016

Así vieron nuestros actos del Día de las Aves

El otro día poníamos una crónica de cómo se habían desarrollado los actos que organizamos el Día de las Aves. Es nuestro punto de vista, evidentemente. ¿Pero qué opinan las personas que participaron? Bueno pues hoy podemos responder de alguna forma a esa pregunta pues nos ha llegado otra crónica de los dos días, tal y como la vivieron dos personas, Roberto Vega y Yolanda Jiménez. Les dejo la palabra ya a ellos, dándoles, eso sí, muchas gracias por el regalo que nos hacen con este relato.
1 de octubre. En la era, delante del campo artificial de fútbol de Garray, se fueron alineando la quincena de vehículos de quienes querían, en plena celebración de San Saturio, honrar al Día Mundial de las Aves y a la Educación en materia de Naturaleza y Voluntariado. Hacía una buenísima mañana. La gente se fue agrupando, mezclándose, principiando a convivir unos con otros; finalmente se hicieron dos grupos con dos guías carismáticos para realizar dos paseos por la Dehesa y el Soto de Garray. Lo que tenemos a las puertas de nuestra casa en Soria son parques naturales; vida vegetal y vida animal a rebosar. Están a las puertas de nuestra casa, todavía, gracias a la constancia de naturalistas y voluntarios. Pasamos por estos parques naturales cotidianamente y sólo prestamos atención al vértigo simple de nuestra rutina... El grupo de ornitólogos de Luis Eduardo partió primero; el de Juan Luis se entretuvo en cuestiones básicas que hay que transmitir como los prismáticos, las guías de aves y el entusiasmo por difundir el conocimiento científico naturalista en general. Una construcción con iniciales CMA pretendía marcar una frontera en nuestros primeros pasos. Imposible del todo. Allí nuestro guía nos puso a prueba con vuelos y colores de “carbonero” y con voces secretas del diminuto “chochín”. Luego, vimos dos amigables équidos que pastaban junto con las jotas tranquilas donde conviven el cemento de la variante con las revueltas frondosas del Duero y las sendas secas donde maduran las majuelas, los escaramujos y la dulce zarzamora de la Dehesa de Garray. El paseo se hacía asequible. Nuestro guía, que no puede renunciar a enseñar al que no sabe, tradujo para los humanos el canto del “ruiseñor bastardo” (cettia ruiseñor) oculto quién sabe entre qué juncos. El peligro más feo fue sortear alambres oxidados. En este desplazamiento nuestro guía, que posee un oído prodigioso, nos advirtió de la presencia de la breve voz del “mosquitero musical” repitiéndose a intervalos de fresnos majestuosos, abedules y espinos secos. Nos deteníamos, participábamos en intercambios de información y continuábamos nuestro paseo. Parábamos, escuchábamos y oteábamos el horizonte, el cielo con nubes lejanas, la cresta de la ribera, las explanadas libres de vegetación pero no de vida saltarina… ¡Estoy viendo cuatro “cigüeñas negras”!, alertó Fernando. ¡No puede ser!, contestó de inmediato Andrés. Todos miramos al que observaba. Todo el mundo cogió sus prismáticos, apuntando hacia el oeste, enfocando a la sierra. ¡Puede ser el hallazgo de la mañana!, sentenció Juan Luis. Pero aún se anduvo un poco más para aprender sobre “arrendajos” y su vozarrón de alarma, sobre los grupos de “cornejas”, sobre la cola ahorquillada del “milano real”, sobre los movimientos repetitivos del “papamoscas cerrojillo” saltando desde la rama al suelo y regresando a la misma rama, sobre las costumbres del “alcaudón” avistado en lo más alto del arbusto y que, según el decir de los sabios de ahora e incluso desde los tiempos de Félix Rodríguez de la Fuente, empalan en las espinas vegetales lagartijas, grillos, incluso a otros pajaritos… Era ya mediodía. La avioneta del aeródromo de Garray habría realizado varios vuelos; de su vientre se tiraron al vacío del soto paracaídas, con dos valientes por artilugio, grito de adrenalina añadido saliendo del alma. ¡Echad cuenta de cuántos éramos conviviendo y honrando a la Dehesa-Soto de Garray esta mañana buenísima de octubre! Antes de regresar a casa se devolvió a la naturaleza un “azor” y un “mochuelo” restablecidos en el Centro de Recuperación que la Junta castellanoleonesa tiene en Burgos.
Para cuando nos despedíamos deseamos volver a encontrarnos al día siguiente, en el anillamiento de La Rumba en Soria, o al año que viene. 2 de octubre. Domingo lúdico. Volvemos a madrugar. Paseo de San Prudencio junto a la ermita del Patrón de Soria, depuradora de aguas residuales con madrugadores haciendo ejercicio, la Universidad como otero vigía de la desembocadura del Golmayo. En La Rumba, espacio del parque natural del Duero, Jesús ya tenía su mesa de campo y sus sillas plegables dispuestas. Jesús y sus colaboradores habían colocado hacía un buen rato las redes en zonas de paso para que esta segunda jornada científica pudiera ofrecerse al público. Jesús y los suyos tuvieron público familiar y muy escolar durante toda la jornada, como la joven estudiante de la ESO, versada en la materia, quien, decidida, asumió la responsabilidad de ser la secretaria del anillamiento relevando al comprometido Juan Luis. Sin duda, estos jóvenes son la cantera más fiel con que cuenta la SEO Soria.
Contemplábamos sin pestañear la seguridad de Jesús, el anillador, al coger entre los dedos el cuerpecillo de las aves, mientras las medía, mientras les soplaba el plumaje para certificar sus reservas de alimento, mientras nos desplegaba el ala para observar detalles y evoluciones anatómicas, mientras las colocaba pico abajo para confirmar sus escasos veinte gramos de peso, mientras las anillaba con el rigor de la humana esperanza de saber de ellas en el futuro o en algún país de nuestro Planeta.
Otro día habría que hablar de las bondades de estas aves insectívoras, de los beneficios para el porvenir del ser humano, de su incuestionable belleza, de sus estrategias de supervivencia, del descubrimiento de sus hábitos, del porqué de su presencia… De los desvelos constantes de los ornitólogos ante la ausencia de ayudas y la falta de compromisos oficiales para sostener y divulgar la cultura medioambiental. Eso será otro día. Hoy hemos vuelto a coger aves con sumo cuidado, hemos notado su corazoncito acelerado entre nuestros dedos para, con decisión, devolverlas a la naturaleza que es en donde ellas son hermosas y valiosas para el ser humano.
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lunes, 3 de octubre de 2016

Cigüeña negra anillada en Francia observada en Herreros

El pasado viernes 30 de septiembre, José Ramón Lazare, contactaba con nosotros porque estaba viendo una cigüeña negra en Herreros. En estas fechas, la observación de cigüeñas negras en Soria es más o menos normal, pues estamos en plena época de paso migratorio de esta especie y, afortunadamente, cada vez su situación poblacional es mejor en Europa. Lo raro estribó en que la observación fuera muy cercana y que José Ramón, excelente fotógrafo llevara preparada su cámara y le hiciera unas estupendas fotos que permitieron ver las anillas que portaba en sus patas, una clásica, metálica, pero una de color blanco con una combinación de una letra inicial y tres números, que iban a permitir rápidamente conocer su procedencia francesa.
Existe una web donde se recogen todos los estudios y marcajes especiales de aves que se hacen en Europa. Se llama http://www.cr-birding.org/es/node/105 Allí Jesús Ruiz rápidamente localizó el proyecto, francés, que podía haber anillado a ese joven de cigüeña pues, no lo habíamos dicho, la cigüeña en cuestión era un ejemplar nacido este año. Esa misma mañana mandamos un correo electrónico a las personas que aparecían como responsables del proyecto y, con gran rapidez, esa misma noche nos contestaba Frederic Chapalain con la historia completa del ave. Había sido anillada por Charles Papageorgiou el 3 de junio como pollo en su nido, nido situado en el noreste de Francia, en Saint-Michelle, muy cerca de la frontera con Bélgica. Ya, fuera del nido, el 21 de agosto fue visto en una localidad holandesa y el 12 de septiembre, en otra. Y sin saber si de una manera directa o con más escalas, esta cigüeña negra apareció en Herreros, tras hacer un mínimo de 1268 kilómetros.
¡Quien sabe donde estará ahora! Quizás esta cigüeña no pase a África y se quede a pasar el invierno en el sur de España. Si alguien observa cualquier especie con anillas de colores que se pueden leer a distancia es muy útil que nos pase el dato o que lo tramite a través de la Estación Biológica de Doñana, que es quien se encarga de recoger y tramitar todas las citas de aves marcadas con marcas y anillas de colores en España: http://anillamiento.ebd.csic.es/documentacion/marcaje.pdf
Gracias por cedernos las fotos para publicarlas aquí a José Ramón Lazare Gutiérrez.
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domingo, 2 de octubre de 2016

Crónica del Día de las Aves 2016

En un fin de semana de tiempo magnífico para este tipo de actividades hemos celebrado todas las actividades previstas para el Día de las Aves 2016 en nuestra provincia. Tanto ayer sábado como hoy domingo, la respuesta de la gente ha sido satisfactoria y hemos podido llevar un poquito de naturaleza y aves a la sociedad soriana. Si queréis conocer algo más de cómo fue seguid leyendo.
El sábado 1 nos concentramos a las 09:00 de la mañana 30 personas con el objetivo de disfrutar de un paseo por uno de los, todavía, mejores sitios para observar aves de Soria: la dehesa y el Soto de Garray. Al ser un grupo numeroso nos dividimos en dos en función del grado de conocimiento previo de las personas que allí había, un grupo de expertos y otro, de iniciados.
Lo curioso es que la observación más rara de la mañana la tuvo el grupo de los inexpertos pues pudieron/pudimos ver un grupo de 4 cigüeñas negras sobrevolando el espacio. Papamoscas, páridos, colirrojos reales y otras aves de estos espacios se mostraron con cierta abundancia. Según avanzaba el el día y el calor, iban apareciendo algunas rapaces: milanos reales, ratonero, buitre, cernícalo, un escurridizo gavilán. Aunque quizás, uno de los momentos más graciosos del día lo protagonizó un "pájaro", un pájaro metálico, una avioneta que estuvo buena parte de la mañana sobrevolando alta la zona y soltando una carga que, al principio, nos pareció curiosa, pues no era basura, ni nada por el estilo sino paracaidistas que abrieron sus velas y pudieron aterrizar sin problemas.
Sobre las doce y media llegó el agente medioambiental de la Junta de Castilla y León que nos traía, directamente desde el CRAS de Burgos, las dos aves que ibamos a soltar como colofón del acto: un azor y un mochuelo. Con gran expectación y tras las oportunas explicaciones de nuestro coordinador, Luis Eduardo Molina, se abrió la caja donde estaba el azor juvenil, al que casi no dio tiempo de observar pues raudo y veloz se escondió en la arboleda cercana y adyacente al río. De vez en cuando los arrendajos nos recordaban su presencia pues se oía una algarabía delatora del marcaje que los córvidos hacen a los azores. Con el mochuelo fue distinto, pues lo sacamos de la caja y lo mostramos para que todos los presentes pudieran hacerse una idea de la preciosidad de ave, con esos grandes ojos amarillos. Además que, al soltarlo, el mochuelo se sitúo en un árbol cercano y pudo ser visto durante un buen rato después. De esta manera, acabó esta primera sesión.
Hoy domingo 2, la jornada empezó antes, pues el anillamiento implica tener montadas y abiertas las redes casi, casi con el amanecer, así que tanto Jesús y Juan Luis en Soria como Jorge en Pedraja de San Esteban se encontraban en las áreas prefijadas de anillamiento ya desde las ocho.
En Soria capital la jornada fue estupenda. Con 4 redes montadas se capturaron un total de 39 especies, de 11 especies distintas: petirrojo, colirrojo real, mirlo común, zorzal común, ruiseñor bastardo, curruca capirotada, mosquitero común, papamoscas cerrojillo, agateador común, herrerillo común y pinzón común. La especie más abundante, como siempre que anillamos aquí en estas fechas, es la curruca capirotada con 13 especies. También el petirrojo se mostraba común con 7 capturas, una de las cuales fue un ejemplar anillado ya aquí el año pasado. Cerca de 50 personas han ido pasando por el puesto de anillamiento a lo largo de la mañañana, con abundancia de niños, lo que siempre nos llena de satisfacción. Y como siempre agradecer a Jesús Ruiz, el anillador, no solo por mostrarse siempre dispuesto a participar desinteresadamente, sino porque no se cansa de explicar, de modo prolijo, todo el proceso del anillamiento, una y otra vez.
Por lo que respecta a la sesión de anillamiento en Pedraja de San Esteban ha deparado un número menor de capturas (10), pero también ha sido una jornada muy interesante con gente procedente de Aranda de Duero, Madrid, San Esteban, de Gormaz...Los presentes allí han tenido la suerte de ver, además, un buitre negro que ha cruzado por encima del pueblo. Agradecer también a Jorge Olalla su total disposición.
¡Hasta una próxima edición del Día de las Aves! aunque, en realidad, para nosotros todos los días son días de las aves. Las fotografías son de Sandra Álvarez, Yolanda Jiménez, Jorge Olalla y Juan Luis Hernández, y no pueden usarse sin el permiso de los autores.
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